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Buena, Nico

Buena, Nico

Por: Germán Vargas Lleras

Cerramos el año con una muy buena noticia, y el mejor regalo navideño, para quienes transitan regularmente por la vía que de Bogotá conduce a La Mesa y Anapoima o van a Girardot por este corredor alterno.

En varias ocasiones he reclamado del actual gobierno una explicación de por qué se dio por terminado intempestivamente el contrato de la obra para construir un tercer carril a lo largo de esta. Recordemos que por esta carretera transitan 13.000 vehículos diarios, casi el doble del parámetro que hace necesaria la construcción de doble calzada.

Inicialmente, los trabajos de ampliación solo contemplaban la construcción de los llamados carriles de adelantamiento discontinuos en apenas 15 km. El anterior gobierno, por conducto del Invías, le adicionó $ 631.000 millones para completar los 40,79 km de todo el trayecto y el tramo de doble calzada con los puentes de la salida del municipio de Mosquera.

Faltaban solo 12 km en diferentes tramos de la vía cuando la amargura y los rencores condujeron a dar por terminado el contrato sin dar una explicación. Así fue como se dejó inconclusa esta vía, contrariando el propio lema gubernamental de terminar las obras.

Pero en buena hora ha anunciado el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, que la obra será terminada con recursos propios del departamento. Con la actual concesión ya se suscribió el nuevo contrato para intervenir y terminar los 11,2 km faltantes con una inversión de $ 168.000 millones, que incluyen la gestión ambiental, la construcción y también la interventoría. Las obras se iniciarán en febrero y en 16 meses deberán concluir, para completar todo el tercer carril y los empalmes y mejorar la seguridad en la vía y, por supuesto, reduciendo notablemente los tiempos de desplazamiento.

Pero en este estratégico sector no todas son buenas noticias. Cerramos el año y se confirmó lo vaticinado hace meses en estas notas. De los 14 proyectos anunciados y ofrecidos en enero por valor de $ 22 billones se cierra el año con tan solo dos adjudicados: la Nueva Malla Vial del Valle y la ALO Sur. Estas obras, por supuesto, no se iniciarán ya en este gobierno.

Y ahora salen a informar que el 25 de enero abrirán la licitación del proyecto del canal del Dique con sus 15 unidades funcionales y por un valor de $ 3,4 billones, con el objetivo de adjudicarlo en el mes de julio. Anuncios de fin de año que, aseguro, no se cumplirán porque están pendientes 5 consultas previas de las 16 previstas a un costo de $ 350 millones cada una. Además, tendrán que resolver otros problemas como los cuestionamientos que consideran que este canal es un cementerio de víctimas del conflicto. Adicionalmente habrá que resolver el enredo de por qué a este proyecto no se le exige licencia ambiental y los líos de las afectaciones prediales en 756 hectáreas a lo largo de los márgenes desde Calamar hasta la bahía de Cartagena. El Gobierno conoce bien estas dificultades, sabe que no cuenta con el tiempo para resolverlas, pero aun así sigue haciendo anuncios que solo contribuyen a generar más frustración en las comunidades beneficiarias. Esa lección ya no se aprendió.

P. D. Termina el año con muy buenas noticias en el frente económico. Todos los indicadores presentan comportamientos positivos. Los ingresos fiscales, contra todo pronóstico, han crecido a tasas del 18 % y frente al recaudo neto, al 23,2 %; también crecen nuestros ingresos por exportaciones, gracias a los buenos precios del petróleo, carbón y café, entre otros. El empleo también se recuperó en un 85 % del perdido en la pandemia, y se espera que en 2022 se hayan recuperado todos los empleos.

Empieza también a mejorar el turismo, tanto nacional como internacional. Incluso la prestigiosa revista ‘The Economist’ ha reconocido a nuestro país como el más destacado a nivel global en materia de crecimiento y recuperación de sus principales indicadores. Y, como ya es tradicional, seguimos ocupando uno de los primeros lugares en la recientemente publicada escala de los países más felices del mundo. Así empezaremos el 2022. Con buenos pronósticos, pero con muchísima incertidumbre en lo político y electoral. Un año que luce muy agitado. Un año de cuidado.

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