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Reforma inaplazable

Reforma inaplazable

Por: Germán Vargas Lleras

Comenzó la tercera legislatura con anuncios agridulces. El Gobierno una vez más les sacó el cuerpo a proyectos claves. Por lo tanto, no habrá reforma pensional en lo que queda de mandato y tampoco reforma laboral, aun cuando su urgencia es manifiesta. Solo unos paños de agua tibia para regular el teletrabajo. Y no se ve clara la reforma de la justicia, que aún no se termina de afinar y ya empieza a mostrar sus limitaciones, fruto quizás del exceso de concertación. Y ni una palabra de la reglamentación de la consulta previa, tan necesaria para destrabar miles de iniciativas que mucho contribuirían a reactivar nuestra economía.

La buena noticia corrió por cuenta del sector salud, cuya reforma fue presentada el lunes de manera conjunta por el Gobierno, en cabeza del ministro Ruiz y el partido Cambio Radical. Este proyecto fue enriquecido y ahora compartido por parlamentarios de varias bancadas, y como se anunció que contará con mensaje de urgencia, es bien probable que sea uno de los pocos que se conviertan en ley.

El proyecto busca garantizar y conciliar dos objetivos que han constituido por siempre el trágico dilema del sector: el derecho a la salud y la sostenibilidad del sistema. La propuesta, que plantea muchos cambios, pudo, además, incorporar respuestas a problemáticas concretas surgidas con la crisis del covid-19, en especial en relación con la protección y el efectivo aseguramiento de los ciudadanos.

En materia de política pública consagra un modelo de atención primaria integral, con enfoque familiar y comunitario, orientado hacia la promoción y la prevención, y un esquema novedoso de operación a través de planes de salud, en donde se unifican los beneficios del POS y el no POS, en un periodo de dos años, y en el que el asegurador debe responder por todo. En ese lapso se establece una compensación por maternidad para las mujeres beneficiarias del subsidio total de salud o las de contribución solidaria. Se prevé una integración completa de la red, cuyo eje será el médico de familia.

Como una respuesta a la reiterada aspiración del cuerpo médico se crea el concepto de Centros de Excelencia, lo que también permitirá que algunos hospitales puedan especializarse en enfermedades huérfanas y cáncer, cuyo Instituto se transforma y fortalece. Se crea el concepto de APP en salud para que entidades privadas, bajo condiciones y vigilancia muy exigentes, puedan construir, dotar, operar y administrar en forma delegada hospitales públicos.

El proyecto también avanza en la dignificación laboral de los médicos y el personal de la salud. Se pone fin a la tercerización en la contratación, mediante un nuevo modelo que se asimila al de los servidores públicos, pero con un contrato privado que garantiza estabilidad laboral, formación, jornadas e incentivos, entre otros beneficios. Para superar la inequidad en el acceso a las especializaciones se establece un examen único y nacional de ingreso, y la inaplazable remuneración a médicos residentes.

Por supuesto, vuelve a ocuparse del programa de saneamiento financiero del sector mediante la figura del giro directo a los hospitales, para lo cual se crea el Fondo de Fomento para el sector salud, que atenderá los problemas de pagos entre aseguradores y prestadores. Y, como lo habíamos anunciado, se reglamentan y regulan los conglomerados en el sector.

Me es imposible abordar aquí todos los cambios propuestos, pero no puedo dejar de mencionar que el proyecto propone una depuración de las 37 entidades que hoy integran el sistema de aseguramiento, de tal manera que no subsistirán sino aquellas que tengan la capacidad de atención requerida en su área territorial de operación. Se liquidarán las EPS insolventes o que no estén en capacidad de cumplir con sus obligaciones, y se pondrá un tope a los gastos administrativos de estas.

Estamos frente a una verdadera revolución de la salud, en la que el epicentro es el ciudadano y la familia colombiana. Son el tipo de iniciativas que la gente está esperando, y no me cabe duda de que de aprobarse tan solo este proyecto, se habrá salvado con creces la legislatura.

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