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Más incertidumbre

Opinión

Germán Vargas Lleras

Más incertidumbre

Muy puntual llegó Petro a la instalación y clausura anticipada del Congreso de la Infraestructura. Mucho se había especulado sobre la poca importancia que concedía el Presidente al desarrollo de las obras de infraestructura. Ese temor ahora se ha podido confirmar. A juzgar por el discurso y los temas abordados, poco será lo que pueda esperarse en este cuatrienio para dar impulso a un sector que es fundamental para la generación de empleo, el desarrollo de las regiones y sobre todo para la competitividad del país.

Con excepción de la mención a la conexión de las costas Atlántica y Pacífica, toda la intervención giró más en torno a la 4.ª revolución industrial, a la protección del medio ambiente, a la energía, Rifkin y muchos otros temas ajenos al interés del Congreso. Parecería hablándole a otro auditorio, salvo por el jalón de orejas al anfitrión por su oposición al metro subterráneo y por su idea de concesionar la construcción de colegios. No haber designado a estas alturas a los directores de Invías, Aerocivil o Cormagdalena es una buena señal de la poca prioridad que el Gobierno asigna al sector.

Y eso que Juan Martín Caicedo lo recibió con un discurso bautizado como Infraestructura para la paz y el avance social. Sorprende que no se haya referido en él a las 23 APP actualmente en curso ni al programa de la 5.ª generación de APP que no inició el gobierno anterior y menos a los anuncios de Invías de un programa que aún no arranca. Destaco positivamente que haya mencionado la vía Buenaventura-Puerto Carreño o conexión Pacífico-Orinoquia, corredor para el cual desde 2016 contratamos estudios y diseños y que no le mereció mayor atención al gobierno anterior, el tramo de 18 kilómetros Villeta-Guaduas que da acceso a la ruta del Sol 1 y la carretera Pasto-Popayán que hizo parte de la ola 3.

Para los asistentes fue evidente la total desconexión entre el Presidente y sus ministros de Transporte y Hacienda, así como también entre estos últimos. Ocampo, más serio, destacó la importancia del sector para el crecimiento económico y las concesiones como vehículo para ejecutar y financiar las obras. El mintransporte lució perdido entre el cambio climático y la transición energética, terminó comprometido con la construcción de 33.000 kilómetros de vías terciarias por 8 billones con el concurso de las comunidades y las juntas de acción comunal y mencionó otras inversiones por 80 billones, pero no explicó cómo se ejecutarán ni cómo se financiarán.

En abierta contradicción con su jefe, al ministro sí parecen gustarle las concesiones y los peajes, pero su desconocimiento del sector es alarmante en contraste con la viceministra de infraestructura.

Este Gobierno, al igual que el anterior, tiene todo para ejecutar y gestionar bien la infraestructura de transporte del país. Reciben 24 proyectos APP 4G en construcción y varias obras públicas que hay que destrabar, agilizar y terminar. Sería inadmisible que pasen otros cuatro años sin lograrlo.

Deberían aprovechar que en el gobierno Santos dejamos un buen Plan Maestro y un completísimo catálogo de proyectos estructurados que pueden prontamente licitar. Ejemplos de ello son los proyectos Zipaquirá-Barbosa, Barbosa-Bucaramanga, Ocaña-Cúcuta; Duitama-Pamplona; Corredor Transversal Cusiana: Sogamoso-Aguazul-Maní; Chinchiná-Mariquita; Pasto-Popayán. Este último sería imperdonable que no se ejecutara viendo la descomunal votación de Petro en todo el suroccidente del país.

Yo creo que está muy bien que el Gobierno aspire a hacer una inversión histórica en vías terciarias. La invitación es a repensar la forma de hacerlo, para así evitar también una decepción histórica de las comunidades beneficiarias. Para lograr intervenir 33.000 kilómetros en 4 años es indispensable vincular todas las capacidades de las mipymes de ingeniería del país, contratar unas muy buenas interventorías y asociar bien a las comunidades y a las juntas de acción comunal, no como ejecutoras sino como veedoras permanentes. Pero grave sería que este loable propósito paralice los avances en la red primaria y secundaria del país que tanto se requieren.

Lo cierto es que los asistentes al Congreso entraron y salieron confundidos. No saben qué pensar de lo que ocurrirá en el sector en estos cuatro años ni cuál es el nivel de compromiso del Gobierno. Un frente más de preocupación.

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