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Legislatura contra reloj

Legislatura contra reloj

Por: Germán Vargas Lleras

Como ya es tradicional, el pasado 20 de julio, el Gobierno, los partidos y los parlamentarios anunciaron múltiples iniciativas legislativas que serán debatidas en el curso de este año y deberán tramitarse con no pocas dificultades por tratarse de un año electoral, e iniciar en serio los debates de control político. De todo llegó a consideración del Congreso: desde el proyecto que establece la doble instancia retroactiva hasta los de la Farc en materia política y electoral, pasando por los controvertidos de la prima a la canasta familiar y la reducción de los aportes a salud de los pensionados.

No todo podrá ser estudiado y votado en escasos 5 meses, por lo que el Congreso y también el Gobierno tendrán que acordar una agenda realista que priorice los proyectos más sensibles y urgentes, y aplazando para el próximo año otros cuya importancia no desconozco.

Dentro de este primer grupo coincido en varios temas específicos anunciados por el Presidente y que hacen parte del paquete de proyectos presentados por Cambio Radical.

El primero de ellos, la reforma pensional ahora presentada como de ‘Protección a la vejez’. No importa qué nombre se le dé, es muy positivo que el Gobierno haya tomado la decisión de encarar esta problemática tan compleja y cuyo objetivo principal será corregir la inequidad, ampliar la cobertura y hacer sostenible el sistema en el largo plazo. Difícil pero indispensable será modificar los regímenes especiales, que comprometen el 69 por ciento de los recursos, desmontar el actual régimen de subsidios regresivos, unificar los beneficios y hacer complementarios los regímenes público y privado.

Por primera vez, el Gobierno ha anunciado su compromiso con una reforma de la justicia que sabemos inaplazable. Cambio Radical ha liderado varios proyectos orientados a solucionar los gravísimos problemas de acceso a la justicia, así como los de seguridad jurídica y descongestión de los despachos judiciales. El país no necesita reformas circunscritas a la mecánica interna de la rama, y el nuevo proyecto no debería concentrarse en asuntos como el tribunal de aforados o la corte única, sugeridos por el Centro Democrático, o nuevas reglas para la elección del fiscal, presentado por los partidos de oposición, pues son precisamente estos los que han impedido que se aborden los temas de fondo de la justicia.

Un tercer asunto que también fue anunciado tiene que ver con las consultas previas. Diez mil siguen pendientes de solución y están afectando un sinnúmero de proyectos de desarrollo a lo largo y ancho del país. En mi criterio, el principio no debe ser nada distinto a que el interés general debe prevalecer sobre los intereses particulares y que las reglas deben ser claras, brindar seguridad jurídica y evitar que se sigan cometiendo toda suerte de abusos y chantajes.

Señaló también el Presidente su interés en impulsar la reforma de las CAR. Esta iniciativa también la propusimos el semestre pasado, y buscaba dotar de una mayor gobernabilidad estas entidades y colocar en cabeza de la Anla la responsabilidad en materia de licencias de interés nacional. También en el ámbito regional sería importante, tal como lo presentamos, impulsar el estatuto de ciudades capitales, la reforma del Código Departamental, el estatuto fiscal del orden territorial y el régimen de regalías.

Después de un primer año de legislatura francamente pobre en resultados, el que se inicia constituye el mejor momento para impulsar, en el marco de las reglas del juego fijadas por el Gobierno, las reformas que el país necesita. Y que no crean los ministros que los proyectos caminan solos o que las normas sobre su trámite se pueden transgredir, como ocurrió con las leyes de financiamiento y el Plan de Desarrollo. Gran reto para todos, ya que lo que no se logre en este periodo será muy difícil de sacar adelante en los siguientes dos años de gobierno.

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